Karl Adolf Eichmann (Solingen, 19 de marzo de 1906 – Ramla, 31 de mayo de 1962) fue un Teniente Coronel (en alemán, Obersturmbannführer) de las SS nazi. Fue el responsable directo de la solución final, principalmente en Polonia, y de los transportes de deportados a los Campos de Concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Infancia y juventud
Eichmann era el hijo mayor de una familia de 5 hermanos que se trasladaron desde Solingen (Alemania) a Linz, en Austria. Su padre había encontrado trabajo en una fábrica de esa ciudad. Durante su infancia murió su madre, y su padre se volvió a casar; pero el no reconoció a su madrastra de nombre Matilda, y su padre le llamaba la atención al saber que Adolf no obedecía a dicha mujer extraña. En su adolescencia estudió en la "Realschule", la educación básica y media; allí conoció a un compañero de nombre Salomón que lo invitaba a comer a su casa, ya que en la suya faltaba la unión, el cariño y el núcleo familiar. En esa casa de la familia Khan de aquel amigo aprendió a hablar el yidish y el hebreo. Adolf era considerado extranjero en Austria y no pudo conseguir trabajo. Sin embargo, sus hermanos menores eran considerados austríacos al nacer en este país. El padre de Adolf tenía entre sus amistades a Ernst Kaltenbrunner, dirigente nazi de origen austríaco, cuya sede del partido estaba en Linz. Kaltenbrunner auspició el ingreso de Eichmann al Partido Nazi NSDAP austriaco.
Con un interés y fervor frenéticos a la doctrina de Hitler el 1 de abril de 1932 se afilió al NSDAP austríaco con el número de afiliado 899.895 y el mismo día se enroló en las SS con el número 45.325, siendo transferido a Berlín el 1 de octubre de 1934, a la así llamada sección de judíos II 112 del Servicio de Seguridad (SD).
El 21 de marzo de 1935, Eichmann se casó con Veronika Liebl (1909–1997), con quien tuvo cuatro hijos: Klaus Eichmann (nacido en 1936 en Berlín), Horst Adolf Eichmann (nacido en 1940 en Viena), Dieter Helmut Eichmann (nacido en 1942 en Praga) y Ricardo Francisco Eichmann (nacido en 1955 en Buenos Aires).
Responsabilidad en el Holocausto
Fue el encargado de la organización de la logística de transportes del Holocausto. Hombre tenaz en el cumplimiento del deber, era una persona muy dada a cumplir las estadísticas que se le exigían, y los judíos eran para él "estadísticas", aunque según sus declaraciones en el juicio que se le realizó por sus crímenes de guerra en 1960 en Israel, no era un antisemita fanático, de hecho, como muchos otros alemanes, se encontraba emparentado de alguna manera con judíos.
Al final de su vida se defendió arguyendo que su participación en el Holocausto se limitó a ser un simple ejecutor de órdenes superiores y no un Heydrich o un Himmler. Sin embargo, lo cierto es que entró en conflicto con éstos en numerosas ocasiones debido al excesivo celo que puso en la idea de la "solución del problema judío", yendo incluso más allá de las órdenes recibidas, ya que, cuando a finales de la guerra su superior Himmler decidió acabar con los asesinatos masivos de judíos, Eichmann continuó dando las órdenes pertinentes para que se siguieran produciendo.
Antes de 1939, cuando Alemania contemplaba la posibilidad de expulsar a los judíos, Eichmann fue uno de los principales interlocutores nazis del movimiento sionista, el cual estudió la posibilidad de facilitar la emigración judía a Palestina. En la misma línea, fue una de las personas que pensaron en la viabilidad de crear un estado judío en el Este de Europa.
En 1939 se opta por la deportación masiva de los judíos alemanes a ghettos habilitados en Polonia, y en 1942 se celebra la Conferencia de Wannsee organizada por Heydrich, en la que se lanza definitivamente la llamada Solución final. Eichmann, que participa en la conferencia, queda encargado de la logística de las deportaciones hacia los Campos de concentración. Es el artífice de la creación de los Judenräte, o consejos judíos, que colaboraban en las deportaciones facilitando la identificación de los habitantes de los ghettos. Esto se hacía confeccionando la lista de personas a deportar, inventariando sus bienes, etc.
Fuga y misterio
Pasaporte de Eichmann con los datos falsos de Ricardo Klement
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Eichmann fue capturado por el ejército de los Estados Unidos, que desconocía que este hombre que se presentaba a sí mismo como Otto Eckmann era de hecho un prófugo de una importancia mayor. En los albores de 1946 se escapó de la custodia del ejército estadounidense y se escondió en varios lugares de Alemania durante algunos años. En 1948 obtuvo un salvoconducto para escapar a Argentina, pero no lo usó inmediatamente.
A principios de 1950, Eichmann estuvo en Génova, Italia, donde se hizo pasar por un refugiado llamado Ricardo Klement. Con la ayuda de un fraile franciscano pro-nazi, el cual tenía conexiones con el obispo Alois Hudal, Eichmann obtuvo un pasaporte emitido por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y un visado argentino, ambos documentos a nombre de "Ricardo Klement, técnico". Abordó un barco, el Bolzano hacia Argentina el 15 de julio de 1950. En los siguientes diez años trabajó en el área de Buenos Aires desempeñando muy diversos puestos, desde capataz, leñador, hasta criador de conejos, finalmente Eichmann logra traer a toda su familia. En el momento de su detención por el Mossad, Eichmann se desempeñaba como operario en la fábrica de Mercedes Benz Argentina situada en la localidad de González Catán, provincia de Buenos Aires.
Eichmann se radica con su esposa en el sector norte del Gran Buenos Aires, en una casa rectanguliforme que estaba situada en un potrero.
El hallazgo en Argentina
Adolf Eichmann fue localizado -por agentes del Mossad- con un nombre falso: Ricardo Klement a finales de los años 50, en la localidad de Bancalari (partido de San Fernando) en la Zona Norte del Gran Buenos Aires. Vivía en la calle Garibaldi, sin asfaltar, la identificación positiva fue realizada por una serie de fotografías comparativas tomadas de manera furtiva, en que se lo reconoció por su particular morfología de la oreja izquierda (las fotos de Eichmann en su período nazi eran casi todas del lado izquierdo) y se prepara un plan para capturarlo y llevarlo a Israel, encargo hecho por el primer ministro David Ben Gurion al jefe del Mossad (Isser Harel), con información dada por Simon Wiesenthal.
Cuando no se conocía el paradero del criminal nazi, su nombre rodaba por varios testigos del juicio de Núremberg. Se creía que había muerto o que no iba a ser encontrado.
Violando tratados de asistencia consular y la soberanía nacional argentina, el 1 de mayo de 1960 un grupo de "nokmin" (Vengadores) del espionaje israelí ingresan subrepticios por vía aérea en Buenos Aires e iniciaron la "Operación Garibaldi" (la calle donde vivía). Este equipo dirigido por Rafael Eitan y coordinado por Peter Malkin, "especialista en secuestros y en maquillajes", inició una vigilancia de casi dos semanas. Descubrieron que Eichmann era un hombre de hábitos cotidianos, lo que facilitó la elección del lugar de secuestro. Los agentes del Mossad fueron en dos autos, uno para fingir un desperfecto y el otro para evasión de emergencia en caso de que algo saliese mal.
El 11 de mayo de 1960, lo esperaron en una calle y fingieron que el auto se ha descompuesto, cuando llegó el ómnibus de la Línea 203 (La Independencia), Eichmann no estaba entre los pasajeros. Era de noche y los agentes se desesperaron, pero decidieron esperar el autobús siguiente.
La espera dio frutos, Eichmann llegó del trabajo en el bus siguiente y descendió del colectivo (denominación que los argentinos dan a los ómnibus). Eichmann no sospechó al ver el vehículo averiado y uno de los agentes se acercó y le dijo en la única frase en español que sabía: -"Un momento Señor, ¿puedo preguntarle algo?"-
Eichmann, que venía con una lámpara de mano, se detuvo sorprendido, llevó una mano al bolsillo y el agente se le echó encima. Eichmann gritó pero el motor del auto se puso en marcha y amortiguó sus gritos. Secuestrado en plena calle, fue subido al auto en marcha.
Los cuatro hombres del Servicio Secreto israelí lo trasladaron a una casa de seguridad. Fue atado a una cama e interrogado hasta que Eichmann, quien dijo llamarse Ricardo Klement, luego como Otto Henninger, al fin dio su número correcto de SS y admitió que era Adolf Eichmann.
Peter Malkin confesó más tarde: -"Eichmann era un hombrecito suave y pequeño, algo patético y normal, no tenía la apariencia de haber matado a millones de los nuestros... pero él organizó la matanza"-
El avión de la aerolínea israelí El Al fue retrasado para ingresar a Argentina por motivos burocráticos hasta una semana, y esto no estaba contemplado en sus planes, los agentes sabían que Eichmann podía ser buscado por sus familiares o pronazis. Por tanto, tuvieron que esperar con angustia en la casa de seguridad, mientras obligan a Eichmann a firmar una carta que decía:
"Yo, Adolf Eichmann, por medio de esta carta declaro que voy a Israel por mi propia voluntad a limpiar mi conciencia".
Ocho días más tarde, el 20 de mayo, el avión aterrizó; Eichmann fue conducido semiinsconciente al aeropuerto internacional de Ezeiza en la provincia de Buenos Aires, en un avión de El Al, con otra identidad, vestido como un mecánico de la aeronave, simulando ebriedad. Fue sentado en un asiento de primera clase, con pasaporte falso, fue sacado del país de inmediato hacia la ciudad israelí de Haifa.
Por este secuestro, la cancillería, por medio del embajador Mario Amadeo, reclamó la grave violación de la soberanía; este reclamo lo llevó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Recibió apoyo del organismo internacional, pero Israel nunca tuvo intenciones de devolver al criminal nazi.1 2 Esto generó problemas entre Argentina e Israel, ya que no están autorizados para llevarse a una persona; menos, sin autorización. El presidente de Argentina era Arturo Frondizi.
Juicio y ejecución en Israel
La captura fue anunciada con gran despliegue de medios, dándole todo el crédito a Simon Wiesenthal (quien había colaborado en la ubicación) y a la causa nacional israelí, esto para encubrir la participación del Mossad en la operación.
En Jerusalén fue sometido a juicio por un tribunal presidido por los jueces Moshe Landau, Benjamin Halevy y Yitzhak Raveh. Su abogado defensor fue Robert Servatius.
Eichmann alegó en su defensa que las acciones que cometió eran bajo la obediencia debida a sus superiores y que estos se aprovecharon de esta característica. El jurado lo encuentra culpable de genocidio.
El juicio que finalizó el 15 de diciembre de 1961 lo condena a morir en la horca por crímenes contra la Humanidad. Este juicio también es considerado como la gran causa nacional del Estado de Israel. La sentencia se cumple la madrugada del 31 de mayo de 1962 en la prisión de Ramla.
Sus últimas palabras fueron:
"Larga vida a Alemania. Larga vida a Austria. Larga vida a Argentina. Estos son los países con los que más me identifico y nunca los voy a olvidar. Tuve que obedecer las reglas de la guerra y las de mi bandera. Estoy listo."
Sus restos fueron incinerados y las cenizas fueron dispersadas en el mar Mediterráneo por una nave de la Fuerza Naval israelí en presencia de algunos supervivientes del Holocausto, y fuera de las aguas jurisdiccionales de Israel. De este modo, se pretendía evitar que su tumba se convirtiera en sitio de veneración por neonazis.
En este juicio Eichmann dejó algunos testimonios del porqué de su participación en el Holocausto. Se citan algunos párrafos:
"No perseguí a los judíos con avidez ni con placer. Fue el gobierno quien lo hizo. La persecución, por otra parte, sólo podía decidirla un gobierno, pero en ningún caso yo. Acuso a los gobernantes de haber abusado de mi obediencia. En aquella época era exigida la obediencia, tal como lo fue más tarde de los subalternos."
La filósofa Hannah Arendt, quien hizo un ya clásico estudio del personaje y sus obras a raíz del juicio, titulado Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal, quedó sorprendida por la nimiedad y las escasas dotes intelectuales del hombre que pasaba por ser el mayor asesino de Europa, trazando en ese texto la tesis de la banalidad del mal. Señaló además, que las acciones de Eichmann bien pudieron haber sido fruto de la sujeción de la cual es víctima un individuo dentro de un régimen totalitario. Sus declaraciones resultaron polémicas, dado que para muchos esto no era más que una justificación de acciones de Eichmann. Otro agravante de la polémica era la condición de judía de Arendt. También es interesante ver la visión que aporta Michel Onfray sobre Eichmann en su obra El sueño de Eichmann
Rafael Eitan, quien dirigió el grupo que capturó a Adolf Eichmann, fue durante veinticinco años oficial de Inteligencia en el Mossad y dirigió el Shin Bet, en noviembre de 1985 fue destituido al ser descubierto como director de una red de espionaje contra Estados Unidos.
"Lo más inquietante de Eichmann es que no era un monstruo, sino un ser humano", había declarado en alguna entrevista Peter Malkin, el agente que detuvo a Eichmann, quien posteriormente se retiró en 1977 en Nueva York como especialista en contraterrorismo, tras 27 años de servicio en el Mossad, ciudad donde vivió hasta su muerte el 4 de marzo de 2005 [1].
La detención de Eichmann alertó a otros nazis en Argentina y Brasil como Josef Mengele y Franz Stangl quienes tomaron resguardos y se ocultaron.