No es precisamente hacer leña del árbol caído y tampoco, echarle más leña al fuego; pero nuestro hipismo se aglutina de tantos problemas que urge darle el espaldarazo necesario.
El domingo se suspendió el programa de carreras por problemas técnicos. Falló el fluido eléctrico. No es la primera vez. Un golpe que le pegó a todos los que laboramos en el medio hípico.
Y le pegó a los propietarios y entrenadores que invirtieron en medicinas precarrera para cuidar el esfuerzo de cada uno de los purasangre.
Es un hecho. De la crisis que estamos viviendo, no escapa el hipismo. Pero, sabemos que todavía existe la voluntad dentro del INH para sacar adelante esta gran industria. Son los innumerables problemas que aqueja la actividad. Un gran reto.
Se le agrega la pensión básica que tienen que cancelar cada propietario para la manutención de su ejemplar.
Al menos en La Rinconada y de acuerdo al sondeo, la pensión supera fácilmente los Bs. 250 millones mensual. Y eso es para un ejemplar sano y en carrera.
Los insumos están dolarizados. Entrenadores y propietarios se las ven fea. Pero, vamos a levantar la frente. Vamos a solucionar los escollos para recuperar a nuestra gran pasión.
Por Antonio José Medina
Editorial
Revista Mundo Hípico
11-7-2018
