Nota de Hugo Roca: Me contó en algún momento mi hermano el AnalíticoGG, que el apodo de ""el mudo"" surgió una vez, cuando Jesús viajaba en carro hacia Caracas, en la parte delantera del vehículo, al lado del chofer, en companía de varios colegas del medio hípico. Era la época de sus comienzos cuando ""había que bregar el turno"".
Jesús, un poco tímido, permanecía muy callado en todo el trayecto del viaje.
En una de esas el conductor del por puesto lo miró y exclamó: ""BUENO, ESTE COMO QUE ES MUDO.."" y así se quedó para el resto de su vida...
DESCANSA EN PAZ JINETE.
Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta:
Jesús Rodríguez Por Jesús Romero | |||
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Jesús Segundo Rodríguez, "El Mudo" como se le conoció en el ambiente hípico había nacido el 17 de julio de 1944 en la barriada Nueva Vía de Maracaibo, Edo. Zulia, desde donde emprendió la huida (en 1961) hacia el Hipódromo de La Limpia. Pertenece a la promoción Rafael Vera, entre cuyos graduados figuraron Morris Valbuena, Juvenal Coscorrosa y Nilio Bracho. Rápidamente destaco en ese ovalo, consiguiendo su primer triunfo con la yegua Carretera, que entreno Pedro Cornejo. 43 conquistas lo catapultaron, dos años después a Caracas.
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No tuvo un buen comienzo, pero supo esperar el momento oportuno para deslizarse entre los mas ganadores con el correr del tiempo, cuando ya había adquirido el apodo de "El Mudo". Y fue un 6 de octubre de 1963 cuando el caballo Asedio II, cuidado por Jesús "Tito" Pérez, le abrió la brecha de las victorias.
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Grandes purasangres sirvieron para que se derramara el talento del jockey zuliano, entre ellos El Corsario (con quien ganó el José Antonio Paez y posteriormente fuera el segundo Triplecoronado venezolano), Lavandera, Amarilis, Straightway, Gran Tiro, Misiadura, Sonido, Macanudo, Papa Upa, Oliver, Blinking, Silbido, Papi, Yiannitsa, La Rumba, Tres Suertes, Amarilis, Kacir, Nohaní, My Sweet Baby, Lectura y muchos otros que la fanaticada recuerda hoy con agrado. Fue un buen jinete, buen partidor, de brazos enérgicos y había lucido su estilo corriendo en punta o en atropellada.
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Brillo también en los hipódromos de Estados Unidos durante los años 1977, 78 y 79, donde obtuvo 103 triunfos, 106 segundos y 98 terceros en 823 actuaciones con ganancias de $939.665 para la época y recordaba con satisfacción las conquistas clásicas alcanzadas a través de los caballos Galimore y Practitioner. También solía narrar la forma como había llevado al éxito al criollo El Corsario en el Clásico Confraternidad de 1972 disputado en la ciudad de Panamá. Mostraba, regularmente, su agradecimiento por la ayuda recibida por parte de los entrenadores Jesús Pérez y Antonio Jacial (fallecidos). Según los registros acumuló un total de 833 victorias en Venezuela, siendo la década del 70 la más productiva con 426 primeros, tomando en consideración que tuvo poca actividad durante 1.977 y 1.978 con tan solo 3 primeros en 26 actuaciones, siendo su mejor año, 1975, cuando ganó 85 carreras, llegando segundo en la estadística y demostrando ser un jinete con pasta de campeón
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Un infarto le quito la vida al ex jinete la noche del 12 de mayo de 1.997, en la ciudad capital y próximo a cumplir 53 años. Fue uno de los mejores látigos venezolanos en una etapa que cubrió con resonantes triunfos y su trayectoria, al igual que sus colegas contemporáneos fueron semillas que germinaron en las nuevas generaciones de látigos venezolanos.
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Fuentes: Sr. Juan Macedo, Diario El Nacional, Sr. Jaime Casas (Revista Hipódromo), Sr. Agustín Pérez, Srta. Rosana Rivera.
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