DETROIT - Un día antes de hacer su crucial apertura del martes en Detroit, A.J. Burnett dijo se había pasado toda una carrera haciéndoles quedar mal a sus críticos. El Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Americana fue una muestra de ello.
Con sus Yankees al borde de la eliminación y viniendo de una temporada regular bastante decepcionante, Burnett dio la cara cuando más hacía falta. El derecho lanzó 5.2 entradas en las que permitió una sola carrera y cuatro hits para adjudicarse la victoria en el triunfo por 10-1 de Nueva York sobre los Tigres en el Comerica Park.
"Estuve bien orgulloso de lo que hizo", dijo el manager de los Yankees, Joe Girardi, quien le tuvo la confianza suficiente como para darle la bola en un partido tal magnitud. "En una situación en que teníamos que ganar sí o sí, lanzó uno de sus mejores juegos del año."
La apertura del veterano no empezó de una manera muy alentadora. En la primera entrada llenó las bases con tres boletos otorgados y lucía como el Burnett descontrolado y sin comando de sus pitcheos que tanto se había visto en el 2011. Con su escuadra contra la pared, Girardi puso a calentar al relevista Corey Wade mientras bateaba Don Kelly con las almohadillas congestionadas. Kelly conectó un lineazo al jardín central que en un principio midió mal Curtis Granderson, quien brincó hacia adelante. El guardabosque se recuperó justo a tiempo para saltar, atrapar la bola, evitar la debacle y salvarle el cero a Burnett.
Después de ese primer episodio, Burnett se vio como otro lanzador, con más comando de la curva y más dominio de sus demás pitcheos. Daría una sola base más en todo el trayecto.
"Una vez terminó ese primer inning, después de que Curtis me salvó, pude respirar y de ahí en adelante nuestra ofensiva se encargó de todo."
Desde el 2010 Burnett ha sido bien criticado-con razón--en Nueva York y por los seguidores de los Yankees por todo el mundo. Pero ahora, en un partido de vida o muerte para los Bombarderos del Bronx, el diestro de 34 años se salvó de la ira del Universo Yankee. Al menos por este día.
"A.J. ha lanzado algunos grandes partidos para nosotros en el pasado", dijo el torpedero de los Yankees, Derek Jeter. "Hoy vino y lucía bien relajado, confiado y lanzó en grande cuando más lo necesitábamos. A.J. merece todo el crédito."
Burnett merece mucho reconocimiento, pero hay que guardarle unos elogios a Granderson, quien hizo no uno sino dos grandes atrapadas con un total de cuatro corredores en circulación. Además de la jugada en el primer episodio con bases llenas, en la sexta entrada se tiró de cabeza para atrapar un batazo del dominicano Jhonny Peralta, poniendo fin a la amenaza.
"Hoy no ganábamos sin la defensa", afirmó Burnett. "Ambas jugadas de Curtis, las de Al (Alex Rodríguez), los doble-plays. Por más que hayamos bateado y por más calidad en el pitcheo, creo que nuestra defensa fue crucial."
En otra temporada tempestuosa para Burnett, el martes fue una especie de reivindicación para el derecho, aunque no lo quiera reconocer.
"Ya me conocen, sentí que debí llegar más profundo (en el juego)", dijo el veterano. "Demasiadas bases por bolas. Pero me supongo que una victoria es una victoria. Mantuve a mi equipo en juego lo mejor que pude."
¿Ya la confianza de Girardi de ponerlo en una situación de vida o muerte?
"Joe siempre me ha apoyado después de mis altibajos", dijo Girardi. "Siempre ha sido positivo."
Esta vez se premió en grande la confianza depositada en Burnett-contra muchos pronósticos.
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